Estar de pie, caminar o correr. Todas estas acciones estimulan los sentidos y tienen una cosa en común: la conciencia de la posición del cuerpo, a través de nuestro sistema propioceptivo. Este sistema es responsable de nuestro movimiento en el espacio y permite que nuestro cuerpo se mueva de manera efectiva. Cualquier acción que realizamos o la posición que tomamos está respaldada por el sistema propioceptivo, que inconscientemente transfiere esta información al cuerpo a través de receptores musculares y articulares, alterando nuestra percepción según sea necesario.
En consecuencia, el sistema propioceptivo ajusta nuestra postura, actuando ante todo sobre la columna vertebral. Este es el eje principal de nuestro cuerpo, y el movimiento es la piedra angular de su estructura y funcionalidad. La columna vertebral se mueve naturalmente en 3 ejes, determinando el movimiento tridimensional del cuerpo.
Este movimiento múltiple, o elisférico®, hace que el entrenamiento sea más efectivo, con efectos fisiológicos en todo el cuerpo. Restaura los micromovimientos espontáneos de vértebras, músculos y articulaciones -afectados por la edad, el aumento de peso o el sedentarismo- generando una sensación instantánea de bienestar.
