Es difícil no toparse con problemas musculares en nuestra vida cada vez más sedentaria: poco movimiento, trabajar en un escritorio, pasar horas y horas frente a la computadora y es fácil que los músculos se agarroten en dolorosas contracturas o se inflamen, especialmente los de la espalda y el cuello, causando lumbago o dolor cervical. E incluso aquellos que son más atléticos no son inmunes a los problemas: ¿cuántas personas se han encontrado con inflamación de los tendones y dolor en los tendones después de un traumatismo leve o después de un esfuerzo excesivo?
Por otro lado, quienes practican deporte suelen encontrarse con dolores musculares y articulares porque un esfuerzo excesivo puede provocar una tensión muscular excesiva, o incluso calambres, pero también traumatismos más o menos constantes que afectan a la estructura y la salud de los ligamentos. La inflamación del tendón de Aquiles, por ejemplo, es muy común incluso entre aquellos que corren para mantenerse en forma, pero cualquier tendón puede ‘ceder’ a causa de la inflamación: hay muchos ejemplos, desde la rodilla hasta el hombro, que tras malos movimientos se vuelven dolorosos y difíciles de mover, desde el bíceps hasta el codo, que duele por el intenso entrenamiento con barra.
Es una estimulación eficaz y completamente indolora que penetra profundamente en el tejido conjuntivo proporcionando innumerables efectos beneficiosos, ya que las señales mecánicas se convierten en señales bioquímicas para las células y tejidos:
Todos estos efectos son posibles tras una sola sesión, y permiten recuperar una buena movilidad de las articulaciones implicadas, la relajación de los músculos y la reducción de las molestias y dolores asociados a cualquier tipo de tensión muscular.